4. Diario del anciano averiado

Pues al fin me han hecho el anunciado homenaje, y el acto ha resultado muy satisfactorio, la sala del Colegio de periodistas llena a rebosar, multitud de fotógrafos al comenzar la sesión.

Decliné ir a Madrid, a un programa de televisión sobre eutanasia, una mesa redonda con un obispo y dos periodistas. Problemas de salud.

Llama por teléfono Javier Bardem, el actor, para agradecerme el conjunto de mi obra –no especifica si se refiere a mis libros o a mi labor en DMD-, y preguntarme si me ha gustado la película Mar adentro. Le digo que la película me ha parecido extraordinaria y su actuación gloriosa.

Fuimos a un pase privado –para amigos y gente del gremio- de la película Mar adentro, sobre la figura de Ramón Sampedro, dirigida por Alejandro Amenábar, interpretada por Javier Bardem. La película les ha salido redonda. La interpretación –de todos, no solo la de Bardem- es magnífica, la música –del propio Amenábar- está bien puesta, la historia –tan conocida- bien narrada; en fin, que el objetivo está cumplido y bien cumplido.

Me despierto una hora antes de lo acostumbrado a causa de la bronquitis. Me aclaro la garganta. Pongo la radio. Discuten sobre el tema Carod-Rovira y su encuentro con los de ETA. Voy a Numancia 117 y despacho con Agustín. Falleció el historiador José Luis Vila-Sanjuán, amigo y coetáneo: estuve en el tanatorio de las Corts para dar el pésame a su hijo Sergio.

Bien, creo ahora –once de la noche- que seguiré siendo presidente de la DMD, que seguiré amando a JX, que seguiré explorando el territorio GG, que seguiré con mis diarios, que reasumiré los leitmotiv de mi paideia

Ha fallecido Manuel Vázquez Montalbán, en el aeropuerto de Bangkok, de un infarto… Ha muerto demasiado pronto (tenía setenta y cuatro años), pero muy limpiamente, tras haber vivido y escrito con intensidad y dedicación. “Yo sólo soy un mecanógrafo”, me decía a veces, refiriéndose a las muchas horas que consumía frente a la máquina o al ordenador.

Vienen a casa, acompañados por GG, el director de cine Alejandro Amenábar, el productor y otros miembros del equipo… Vienen para comentar el guión de una próxima película sobre Ramón Sampedro, que habrá de titularse Mar adentro. El guión –que lo han escrito al alimón Alejandro Amenábar y Mateo Gil, y en el que ha participado también GG- me lo mandaron hace algún tiempo.

En una de las entradas más suculentas de Variaciones 95 (la del 20 de febrero) tengo escrito que el miedo a la muerte genera la ilusión del tiempo. En otras palabras, que no es que se tema a la muerte porque se es temporal, sino que se es temporal porque se teme a la muerte.

Yo digo que la vejez es una devastación pero, que, con un poco de suerte, la senectud puede ser recapituladora, sabia. Yo persigo un enfoque musical de este asunto, la senectud como allegro ma non tanto, remate airosos de la sonata de la propia vida. Sin excluir las inevitables disonancias.

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