· 

1995. FEBRERO

 

11 de febrero de 1995

     Asamblea en Barcelona de la DMD, la Asamblea pro Derecho a Morir Dignamente que yo presido, ya más de diez años que existimos, locales prestados por la Casa Elizalde, sobre un centenar de asistentes. Buena gente, muy buena gente. Si se han hecho socios es porque aman la libertad y la vida. Porque reclaman el derecho a ser los dueños de su propio destino.

     El tema no es nuevo. Ya el viejo emperador Marco Aurelio escribió que: <<una de las funciones más nobles de la razón  es la de saber cuándo ha llegado el momento de abandonar este mundo>>. También en la famosa Utopía de Tomás Moro -ese santo que tanto gustaba a los del OPus, ¿habrán cambiado de opinión? – había un lugar para la eutanasia voluntaria. Lo nuevo es hoy un amplio clamor social, resultado de una sensibilidad que rechaza el sufrimiento innecesario, y consecuencia de que la misma medicina es capaz de prolongar la vida humana en condiciones muy poco humanas.

     Por cierto que hoy les he expuesto una idea nueva a los asistentes a la Asamblea. La idea es que la eutanasia debe entenderse a la vez como derecho humano (derecho de libertad) y como derecho animal (derecho de naturaleza). Desarrollar esta doble condición es tanto como aplicar el modelo retroprogresivo al tema que nos ocupa. En efecto, para el humanismo meramente <<progre>> (en la tradición de Kant), sólo el animal humano es una persona jurídica y, por tanto, susceptible de tener derechos. Ahora bien, una filosofía R/P ha de recuperar los abandonados <<derecho de la naturaleza>> (ecología) y superar el exclusivisimo de un humanismo antropocéntrico. Todos los animales, susceptibles de sufrir y de gozar, poseen unos derechos genéricos en cuanto animales. Descartes inauguró la era del humanismo antiecológico al subordinar la naturaleza al hombre. Hoy se trata de recuperar retroprogresivamente (esto es, sin abdicar de las libertades por el humanismo) toda la vieja sabiduría premoderna, de cuando la naturaleza estaba habitada por fuerzas vivas y ocultas. En suma, que junto a los progres derechos humanos están también los retros derechos animales. La eutanasia se defiende por partida doble: como ejercicio de la libertad (autodeterminación) y como derecho de naturaleza.

 Variaciones 95, Random House, Barcelona, octubre 2002, página 61 y 62.

Escribir comentario

Comentarios: 0